lunes, 25 de abril de 2011

Crónica de una Iron-Mom






Como una buena representante de la "ya casi" tercera edad y del famoso y tan mencionado ¡y tan temido! "nido vacío" (que de vacío no tiene nada, otro día les cuento porque), y con la emoción aderezada de lágrimas felices,  les comparto la última de mis hazañas en éste deseo de vivir  con una puntualidad reverente, la premisa: ¿cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?. Por alguna razón tal vez descabellada, (diría la gente "normal"), he decidido en la segunda etapa de mi vida, hacer de mi cotidianidad ordinaria, una aventura extraordinaria. En los primeros años de mi etapa de joven adulta, primero fui novia, tantito después  esposa, lueguito me convertí en mamá; unos cuantos años más adelante decidí cerrar círculos inconclusos de mi juventud arrebatada y me puse a estudiar una carrera profesional como psicóloga, hacer una maestría en terapia familiar, ¿por qué no?; otro tiempo después me convertí en hacedora de programas de radio dirigido a mujeres, locutora, motivadora, luchadora por el bienestar de las mujeres, etc.etc.etc. A los muchos años me transformé  en abuela y ahora voy rematando como compañera asidua y muchas veces contemplativa de mi amado cónyuge; además, ¡por supuesto! de recurrente amiga de mis cómplices chanklets, (equipo de mujeres triatletas con las que entreno) y otras más con las que hago magia y juntas vamos encontrando tesoros. Y todo esto, sin haber dejado atrás mis sueños ya realizados y muchos otros por conquistar. Cada año nuevo en mi vida (que para mi es el día de mi cumpleaños), Dios me renueva la licencia para seguir circulando por este maravilloso y sorprendente planeta, yo estoy convencida que si lo hace, es porque me quiere sana, esbelta, feliz, poderosa, pero sobre todo ¡moviéndome!.
¡Y vaya que lo he cumplido! el pasado sábado 2 de abril lo guardaré en mi memoria por el resto de mi vida,  logré terminar un Ironman en San Diego Ca. (Rohto Ironman 70.3 en Oceanside).
Llegar a la meta y no ser descalificada ese mágico sábado, fue un esfuerzo ¡ENORME!, créanme que en las últimas 3 millas me comuniqué como por veinteava vez con el Comando Mayor, (Dios)  y le dije así: si es tu Voluntad que no me descalifiquen (en las competencias de Ironman te dan un tiempo límite para terminar) y quieres que llegue a la meta, ¡llévame! porque yo no puedo dar una paso más!, milagrosamente comencé de nuevo a trotar y como era de esperarse me mandó inmediatamente al primer ayudante, Rodolfo, mi yerno, que como una rayo de luz se apareció en mi camino, él me avisó que tenía tiempo, me faltaba milla y media, (mi garmin (reloj) no lo pude usar, algo le hizo gonzález (mi marido) en la noche anterior, que se deschabeto, primera fuente de mortificación), después que llega la coach, ¡con todo y cónsul y en chanclas!, ahora que lo pienso, me pregunto: ¿no se cansaría el hombre?, y entre los tres me llevaron a la bendita meta (me dice Matela, que yo ya iba disvariando, no recuerdo mucho de esa parte) donde me esperaban mis adoradas chanklitas y dos de mis hombres más amados, (tengo 5);¡¡¡ luego la música!!, (que por cierto ya la iban a quitar, y mi hijo les pidió que por favor aguantaron un poquito que su mamá ya casi llegaba); oír mi nombre, mi edad (¿por qué es tan importante decirla?); luego los abrazos, las lagrimas, ¡caray! esas emociones tan fuertes son necesarias vivirlas, recordar que estamos vivas;   la emoción fue ¡mucha!; el esfuerzo ¡harto!; las ganas de terminar ¡gigantas!; los rezos ¡abundantes! (¡ah¡ como recé).
¡Cuántas emociones vividas en solo día!, primero el agua, las olas, las patadas, los trancazos, el miedo de ver como me iba alejando del muelle, la soledad en medio de cientos de gorros de todos colores, ¿qué no habíamos salido solo azules?. . .Y por fin el muelle de nuevo,(había pasado una hora y 8 minutos) y la cara de mi hijo, sus gritos diciéndome: "mamá, ya terminaste lo más difícil". . . sí me dije, ya pasé lo más difícil, así que el pánico mejor lo dejo en el agua, ahora venía la segunda transición. . .
La bicicleta y la soledad de nuevo; los letreros de motivación estratégicamente puestos y luego ¡la dichosa y temida y practicada montaña de todos los grados de empinación y distancia!, deseos intensos de llorar, ¡no puede ser!, ¡no puede ser!, ¡no voy a poder!, ¡qué es eso!, ¡será imposible subirla!, ¿que no había pasado por lo más difícil?; Dios mío por favor, no me abandones, (recé toda la subida, no paré de rezar) y cuando comencé a escalarla ya no volví a levantar la mirada, (esa montaña no iba a poder más que yo, muchas más en la vida (y más grandes) había podido superar y si la confrontaba tan solo con los ojos, tenía grandes posibilidades de dominarme) entonces clave mi mirada en el asfalto y me concentré en pedalear, y en rezar!, cuando llegué a la cima, podrán imaginar la emoción!!!, ¡lo logré!, además con las poquitas personas que ya venía, todas se habían bajado de las bicicletas, incluso una me dijo: "¿por qué no te bajas?", no, le dije, ¡claro que yo no pienso bajarme! y así fue, ¡nunca me baje!, ¿A qué horas  los cables negativos (no voy a poder, qué horror, qué estoy haciendo aquí, te vas a caer) se desvían al lado positivo de las vías de tu cerebro (sí puedes, estás fuerte, has entrenado, tus piernas son poderosas) y logras llegar a tu destino?... 
Más adelante, en la milla 50, me topé con Tamara de Solana, una joven con lupus, venía con un dolor fuerte en la rodilla, me contó que desde los 10 años la diagnosticaron y que su enfermedad no la había privado de vivir una vida normal, está casada, tiene una hija y si lograba llegar a la meta, sería la primera paciente de lupus que lograba terminar un Ironman, no sé si esto sea cierto, pero en el momento me dio una gran regalo de esfuerzo y ganas de vivir. Y por cierto, sí llego, tuve la oportunidad de esperarla en la meta y abrazarla con toda la emoción que ella misma me brindaba.
Después un tanto desorientada llegué a la tercera y última transición y entonces comencé a trotar....y ahí sí, me enfrente de lleno y de frente y de lado, con las horas más difíciles que, además, no estaban contempladas en mi plan. Ahora vendrían los obstáculos que un ser humano "normal" diría: ¡qué locura!. . .
Pues si, la verdad siempre estuve segura que la corrida sería la más sencilla de lograr, hace muchos años que corro, puede decirse que soy maratonista (4 en total) y montones de medios y otras carreras más, así que en los meses de entreno por supuesto que le puse atención, pero tal vez, no tanta, ¡gravísimo error! ¡gravísimo!. Cuando llegas a la última transición de un  Ironman y que es la corrida, tu cuerpo ya va cargando (por lo menos el mío), con una hora y 8 minutos de nado más 5 horas de bicicleta,  o sea, no calculé que mis piernas me gritarían: ¡qué te pasa!, ¿pero es que haz perdido el juicio?, ¿ahora tenemos que correr?, pues sí, les dije, juntas haremos un gran esfuerzo, invitaremos al corazón a que se una, le diremos que no haga mucho esfuerzo pues lo necesitamos en paz, sosiego, la distancia es larga, 21 kms, le solicitaremos también a la mente que no se le ocurra meternos ninguna zancadilla emocional, como "ya no puedo", "esto es una locura" "¿cuánto falta?", sino ¡todo! lo contrario. La mente en esta clse de competencias es vital, así como te puede llevar a la meta sana y poderosa, puede hacer de ti un trapo tan deshilachado que a  primera vista, juras que nunca jamás volverás a ser la misma;  ¡ah! y está también el estómago, ¡órgano importantísimo! que para estas horas ya se había hartado de tanto gu (suplemento energético) y también le dio por ponerse  flamenco, cerró el pico, y no se le dio la gana de comer ni solo bocado mas, bueno, ni siquiera ¡un trago de agua!, y para que esta parte  ya se convirtiera en una pesadilla, el susodicho intestino ya quería deshacerse de ¡todo lo comido!, no, no, no, esto sí que fue un suplicio; y ya para rematar con broche de oro, (¿todavía se podía más?) la ruta consistía en dar dos vueltas al mismo lugar; así que para la segunda, era ya tanto el cansancio, la desesperación y el malestar estomacal, que el punto de retorno, por Dios que lo vi como si estuviera a años luz de distancia. Entonces como ya te habrás dado cuenta,  nunca pude convencer ni a las piernas, ni a la mente, mucho menos al estómago, el único que sí se apiado de mi fue mi amado corazón, (María siempre dice ¡sí!) y por supuesto Dios y el Espíritu Santo que le entraron al quite en la segunda vuelta, cuando por arte de magia me aparecieron un baño portátil del tamaño,casi, ¡del de mi casa!, (nunca los había visto) e ¡impecablemente limpio!, ¡uf! qué manera de agradecer a Dios este inmenso regalo. Y un rato después es cuando llega mi yerno y Matela (mi coach)  y alcanzo ver (ya casi sin aire) ¡la bendita meta!. Habían pasado 8:43 minutos, me esperaban jubilosas las mujeres de mi tribu y por supuesto mis hombres, mi marido y mi hijo mayor, ese, con el que aprendí a ser madre y amar con toda el alma, y que hoy después de 32 años puedo seguir haciéndolo, ¡oh Dios, cuántas bendiciones!. Te invito de todo corazón y con todo el entusiasmo del mundo a que no pares de moverte, ¡muévete!, es todo lo que nos toca hacer, lo demás, Dios te lo irá dando sobre la marcha, ¡muévete!, sigue moviéndote. 
¡Un abrazo hasta el cielo!
Lizbeth
11.11








                    


domingo, 24 de abril de 2011

Ironchanklas rumbo a Cozumel (domingo 24 de abril)

Para comenzar. . .JAJAJAJAJAJAJA, cómo me he reído, anoche que llegué y que no me encontré con la cotidiana y tan particular ¡ALGARABIA WUAKAMAYESCA! (de waka-waka y guacamayas) me pregunté: ¿seguirán asustadas mis amadas, aliadas y cómplices chanklitas?. JJAJAJAJAJAJAJA, es increíble que desde ¡EGIPTO!, la doña-mamanina-iron-chanklas-coach nos controle! JAJAJAJAJAJAJAJA!!!!, esa sí que es una mega coach, nació para serlo.

Para continuar. . .En fin, yo feliz, hoy es un día ¡hermosísimo!, Dios renace en nuestras vidas para siempre y nos deja el más bello de los legados espirituales con la consigna de vivenciarlo a través de este cuerpo humano: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Las invito a navegar por esta mágica experiencia cada vez que su mirada repose en la del otro, quien quiera que sea, más sobre todo, si esos ojos pertenecen a nuestros mas amados. 
Lo que es adentro es en el mundo, si quieres que te amen ¡ama!; si quieres que te abracen ¡abraza!; ¿quieres más besos? ¡besa!; ¿te gustaría vivir rodeada de comprensión, perdón, atención, compasión, abundancia?. . . ¡ya sabes qué hacer!. El entorno de nuestra vida está condicionado por el manejo que sabiamente hagamos de nuestro principal recurso natural: Energía Divina (Dios en nosotros). Por lo tanto, las emociones que TU decidas sentir: (inteligentes (amor) o ignorantes (miedo)) emitirán una frecuencia que el Universo "atrapará" al salir, la emparejará con otra "igual" y, ¡obviamente te la llevará de regreso!. Recuerda esto siempre: lo que sale regresa, lo que viene va. Somos poderosos imanes con patas, ¡pongámosle cerebro!. 

Para terminar. . . "a journey of a thousand miles begins with the first step". Es oficial, hoy por la noche recibiremos de el head coach Felipe Loureiro, el primer entreno que nos llevará si Dios lo quiere, (seguro que si) a convertirnos en mujeres de hierro el próximo 27 de Nov. en la bella isla de Cozumel, por supuesto que esto sucederá en ¡muy diferentes horarios!, algo así como si estuviéramos en otro país, o sea horarios diferidos, jajajajaja. A esa hora que es determinada por el esfuerzo, capacidades personales y otras cuestiones, mencionarán nuestro nombre al llegar a la meta y nos dirán algo así como: ¡Lizbeth you are an Ironman!; yo ya estoy visualizando mi hora de llegada ¡10 de la noche!.
Que la vida NO nos viva, ¡Vivamos nosotros a la vida!.
¡Un abrazo hasta el cielo!
Lizbeth
11.11

miércoles, 20 de abril de 2011

Carta para Edith Arath


Edith tan querida, no imaginas el regalo que el reto de meditación me dio hoy en mi entrenamiento. ¡Déjame contarte!... Durante el recorrido de la bicicleta vivi un rato de mucho miedo que desapareció después de una sesión de Zzzzzzzzzzzzzzz, (la primera meditación que hice, (consiste en hacer el ruido de una abeja), ¡zas! ¡como magia! se fue a otros mares y apareció una calma ¡maravillosa!. Después en la corrida, cuando el cansancio ya era inminente, comencé a respirar más profundamente y al expirar decidí (¡ah! como te empoderan las decisiones), sacar el aire con el: ¡jo! jo! Jo!, ese sonido ¡fuerte! que sale de la garganta de un espíritu terrenal y lleno de confianza y certeza al saber, que al saltar atrapará desde el cielo Energía  Divina y la bajará a su alma aquí en la tierra como un inmenso regalo de Dios, (ésta es la meditación tradicional Osho); la gente seguro pensó que se me había soltado un tornillo, jajajajajaja, ¡otro momento de magia!; seguí corriendo libre totalmente de cansancio. Más adelante de nuevo, ya no el cansancio, sino esos espacios de ansiedad cuando haces largos recorridos: "todavía me falta ¡muchísimo, ya quiero terminar!", entonces, (¡otra decisión! y ¡otra meditación!): ahora le tocaba el turno a una visualización casi, casi, virtual y maravillosamente ¡alegre!,¡ eufórica!, ¡hermosa! y muy bien ubicada entre ceja y ceja: mi futuro nieto ya en mis brazos recién nacido, me encontraba dichosa acompañando a su madre (mi nuera) y a mi hijo en la sala de parto, momento realmente ¡fascinante!. Como imaginarás terminé el entrenamiento ¡feliz y muy satisfecha por haber tomado hoy, el rumbo y el  timón de mi barco!.
¡Gracias Edith!, comienzo a experimentar los motivos de tu llegada a nuestras vidas.
Comparto esta experiencia aquí, con el deseo de que muchas más personas conozcan y se unan a éste  poder que tiene hacer el reto de meditación de 21 días, ¡creíblemente transformador!.
¡Saludos gigantes a Toño!, tu hijo, y uno de mis espejos favoritos.
¡Un abrazo hasta el cielo!
Lizbeth 
11.11

viernes, 15 de abril de 2011

Los pasos que seguí para el medio Ironman en San Diego Ca.

PRIMERO: Me siento completamente sana, poderosa y feliz. Mi cuerpo es la representación de una deportista con harta experiencia; llevo puestos mis talismanes que son una medalla de la Virgen de Guadalupe, el tatuaje del sonido de Dios en la muñeca del brazo izquierdo y en mi espalda la bandera de méxico, mi país, (cuando veo la bandera pienso que yo también soy un país y que mi centro es el corazón)  y por supuesto Dios que me sostiene y me lleva siempre en la Palma de Su Mano. 

SEGUNDO: Llego muy temprano al "lugar de los éxitos", NADA me hace falta, todo esta checado y rechecado. Dormí perfectamente, comí maravillosamente, estoy súper bien hidratada y estoy bien alerta ¡despierta!. 
TERCERO: Mi mente me dice que el sábado 2 de abril yo seré un banquete para la vida, Dios se sentirá muy orgulloso de mi pues he puesto mis dones a trabajar, no he venido de vacaciones, estoy aquí para participar arduamente en la co-creación de una mucho mejor versión de mi persona. Llegué a la vida (hace 53 años) llena de dones escondidos y los estoy comenzando a ¡descubrir!, Bendito sea Dios.
CUARTO: He separado cada actividad en TODOS los sentidos, (desde comida, agua, tiempos, etc.). O sea, me enfocaré primero en dormir y descansar muy bien la noche anterior;
a luego me despertaré a las 3 de la mañana tranquila, confiada en que TODO estará PERFECTO, porque he entrenado mi cuerpo y a mi mente la he convertido en mi mejor amiga, mi fiel aliada. Dios hará conmigo el trayecto y a Él TODO LE SALE BIEN; desayunaré las 500 calorías a las 4 de la mañana en el trayecto en el carro; iré porobablemente de nuevo al baño.
En este momento solamente estoy enfocada en que mañana tengo nadada, como cualquier otro día de entrenamiento, cuando termine de nadar, comenzaré a pensar en lo que sigue. . . y así sucesivamente.
No imaginan las gracias que le doy a la vida por regalarme la oportunidad de vivir esta experiencia al lado de grandes diosas como son todas ustedes. . .
Será un día memorable, nuestra historia ya no será la misma.
la monk
p.s
Ahora comprendo porque las tenía que conocer, pertenecen a mi tribu y estaba destinada a encontrármelas.

A las mujeres de mi tribu. . . estoy destinada a encontrarlas.

Si con suerte estás despierta ya te habrás enterado que a esta vida haz venido, entre otros asuntos, a descubrirte y yo le agrego (eso apenas lo voy sabiendo): a reencontrarte con las mujeres de tu vida. Esas que en otros planos han sido de todo contigo: tu mamá, tu esposo, tu tía, tu amiga, tu abuela, tu hermano, (no siempre hemos tenido cuerpo de mujer).
Reflexiono sobre esto ahora, porque a mi hija (la más maravillosa de mi tribu) le ha dado por escribir y cada vez que la leo, me encuentro entre sus letras y entonces me preguntó: ¿será verdad esa teoría de que los hijos escogemos a los padres?, ó ¿en otra vida fuimos algo y estábamos destinadas a encontrarnos de nuevo?. Ella, en este tramo de su camino anda al encuentro con ella misma: "la vida es como una gran fiesta de disfraces, solo que el mío, yo no me lo puse, así que voy a la búsqueda con el que es mi verdadero disfraz, el que yo misma diseñe y cosa y me ponga, para así saber, ¿a qué caracoles vine yo a éste mundo?". Una bella metáfora para describir y descubrir el entramado a veces metafísico, de quienes realmente somos y hacia donde y con quien (¡muy importante!) nos dirigimos, (en esas estoy yo, ¿con quién quiero viajar en este tramo de mi aventura?). ¡Sí!,  ella y yo venimos a vernos de nuevo en este espacio; los años me han enseñado que no solamente estamos aquí para saber quienes somos, a dónde vamos, a qué venimos, sino ¡oh qué maravilla!, también hemos venido al encuentro de todas aquellas mujeres que pertenecen a nuestra tribu, ese grupo de almas femeninas que nos acompañan y acompañarán por tiempos determinados (según su misión en nuestra vida) a lo largo de nuestra jornada y que las necesitamos también además para cubrir la cuota, (a veces vital) de pertenencia y aceptación. Las mujeres de nuestra tribu son aquellas que nos aceptan tal cual somos, sin juicios ni reservas, y van felices (pese a todo) navegando nuestros mares. Con ellas nos sentimos en la libertad de mostrar nuestro ser, a veces, imperfecto a su mirada, muchas otras vulnerable, mas aceptando con gozo compartido lo que cada una hace, dice, destruye, reconstruye, calla, llora, ríe, ama. Las de tu tribu viajarán contigo en tiempos de tormenta y días de sol. Son una fuente inagotable de apoyo, de amor, de alegría. ¡Su energía parece ser la tuya misma!, juntas entretejerán milagros de ida y vuelta, haciendo un solo nudo en beneficio todas.  
Las mujeres que eventualmente se sumarán a tu singular y especial tribu, (ninguna es igual) están allá afuera en ese vasto espacio que es el mundo esperando por ti, y dependiendo de los puertos en donde ancles tu barca, estarás destinada a encontrarlas, una por una, a veces con suerte, como yo, las encontrarás en ¡bonche!. Puede ser también que lleguen a tu vida en circunstancias especiales y fuera totalmente de tu control, mas sin embargo te servirán de puente para conectarte con las que tu perteneces.
Mira a tu alrededor, observa la maravilla de mujeres que conviven y comparten contigo, que están a tu lado, que te apoyan, que te aman, que te cuidan, te protegen, no es casualidad que te hayas encontrado con ellas, sus nombres ya estaban escritos en alguno de los puntos de tu carta de navegación.
Cada una de nosotras tiene su propia tribu color rosa, yo gozo cada encuentro con cada una de ellas y  en esta segunda etapa de mi aventura, han sido un banquete de alegría cotidiana. 
Desde mi orilla dedico con todo mi cariño, agradecimiento y admiración, (en este momento de mi vida) a una de las partes más importantes de mi tribu femenina: "las chanklets", ellas saben quienes son y yo, voy descubriendo que estaba destinada a encontrarlas. 
¡Un abrazo hasta el cielo!
Lizbeth
11-11

miércoles, 2 de marzo de 2011

¿Eres como mi mamá?

¿Cómo?, ¿que si soy como tu mamá? le pregunté un tanto asombrada a una joven, con la que coincido a veces en el campo. Ahí estábamos las dos, iniciando nuestro día con lo que seguramente para ella también es, unos de los momentos más preciados de su jornada: la hora de correr y además compartiendo asuntos domésticos referentes al cuidado de los hijos, en donde las abuelas tenemos al parecer, (según entiendo ahora que lo soy) una obligatoria participación cuidatoria. Sí, me dijo, es que a mi mamá le tengo que avisar con anticipación, pues debe checar primero su agenda y luego si tiene disponibilidad de tiempo y disponibilidad de ganas (imagino yo, lo más importante)  nos da cita, casi como con horario de oficina. Y a un así, de repente le salen compromisos que dizque de "última hora con mi papá". ¡Ah! y cuando tengo la suerte de que hubo "fecha disponible" y pudieron mis hijos quedarse a dormir en su casa, ¡a las 8 de la mañana ya me están llamando para irlos ¡a recoger!. Yo la escuchaba con mucha atención, la veía y me veía, su mirada fresca, su carita linda y no ataba que contestarle. Aunque ahora que lo pienso, lo único que ella quería era hablarlo, compartirlo, ¡era todo!, pues ni tiempo me dio para responderle, y ¡que bueno!, pues seguro yo le hubiera mentido, me habría puesto la máscara de "la madre perfecta" y le habría dicho: ¡no, claro que no!, ¡yo si cuido a mis nietos!. Rápidamente agarró su paso y se alejó de mi, ni siquiera recuerdo si nos despedimos, pero su pregunta se quedó como suspendida en el frío de esa hermosa mañana y en los años que tengo de abuela y los muchos más que fui yo también la hija que necesitó de mamá para cuidar de mis hijos. ¿Soy como su mamá?, de ser así,  su madre y yo, y las miles mujeres que hacemos algo más que ser esposas, madres y abuelas, ¿nos hace ser malas?; ¿es que las abuelas tenemos la obligación de cuidar a los nietos, siempre que nos lo pidan?. Yo creo que según algunas hijas ¡sí!, ¡claro que si!, ¡por supuesto que sí!. Yo también fui esa hija y ahora soy esa abuela que es mi madre, y mi hija será también un día abuela y su hija la requerirá (o tal vez ya no) como la "cuidadora obligatoria" de sus pequeños. Y es así como se construyen las historias de familia, y es así también como se repiten y se repiten viejas y obsoletas creencias, hasta que un buen día le toca en suerte a una de esas mujeres, decir ¡hasta aquí!, se envalentona, se remanga las enaguas y se cuestiona la creencia en juego: ¿es que las mujeres seremos madres y cuidadoras de los  hijos y de sus hijos toda la vida?, es que ¿solamente para eso nacimos?, ¿que no habrán otros asuntos, también divertidos (¿o más?) en los que podamos participar?. . .  y se cambia entonces, el rumbo de la historia. La vida de las mujeres se entreteje como magia, cada encuentro entre nosotras nunca es fortuito. Mi joven amiga y yo, nos tendríamos que topar esa mañana y platicar (bueno ella fue la que realmente converso). A mi ese día me tocaba escuchar y reflexionar que en verdad no soy esa "abuelita linda" que cuida siempre a sus nietos (eso creía yo), pero que tampoco soy una bruja por no hacerlo. Y es que las abuelas de hoy, estamos bien lejos de parecernos al personaje de la canción de Cri-Crí: "Di por qué dime abuelita, por qué eres viejita, por que no tienes dientes, por que tus cabellos son como la espuma de mar". . . ¿de qué abuelita habla Francisco Gabilondo Soler?. Las abuelas modernas, hacemos maratones, triatlones, ultramaratones; somos las amas verdaderamente felices de nuestra casa; y también podemos ser bailarinas, pintoras, cantantes, escritoras, bomberas, taxistas, directoras de grandes corporaciones, secretarias, ejecutivas, empresarias, actrices, vendedoras,  etc.etc.etc.etc.  ¡Sí,  todo lo que tu mente imagine podemos ser las mujeres!, ¡bendito sea Dios!, y también, ¡claro que sí!, ¡por supuesto que sí! fuimos madres que cuidamos, educamos y amamos profundamente a nuestros hijos. Y ahora cuando el amor inmenso a los nietos le gana la batalla a los compromisos cotidianos; a las horas de entrenamiento para hacer un ironman, podemos ser (si queremos) las mejores "abuelas cuidadoras" ¡del mundo!, pues el amor por los hijos y sus hijos, ahí está, ¡siempre presente!, ¡intacto!; ¡poderoso!; ¡intenso!; ¡orgulloso!, y listo para usarse cuando  la agenda de las abuelas de éste nuevo siglo. . .  lo permita.  ¿Ves querida y joven amiga?, aquí está mi respuesta, la más honesta: si, creo que si soy como tu mamá.
¡Un abrazo hasta el cielo!

jueves, 17 de febrero de 2011

Contagiando a los hijos en el ocio




El fin de semana pasado, participamos mi marido, hijo, yerno y yo, en un paseo de bicicleta y un medio maratón al día siguiente. Además iban también el grupo de mujeres con las que entreno ("las chanklets") y algunos de los maridos. El domingo durante la comida, después de terminar ¡agotados! y comiendo con un hambre ¡bárbara!, mis hijos me hacían la pregunta de por qué les gustaba tanto hacer deporte, que cómo le habíamos hecho su papá y yo para que fuera para ellos algo tan divertido. Una respuesta única, no la tengo, pero imagino que  así como el contagio del virus del flu es dañino, es lo contrario y también epidémico, el contagio de una vida sana en todos los sentidos. A los hijos los educamos con el ejemplo de nuestros haceres y NO de los decires. De ninguna manera diré que todo lo que hemos hecho como padres a sido perfecto, vaya, ni cerquita de serlo, sin embargo estoy convencida que educar a los hijos en el amor al deporte puede ser muchas veces vital. Darle a los hijos las herramientas para no sentirse "aburridos", es un legado de vida. Definitivamente los aleja del tiempo libre sin sentido y los ubica en ese espacio sensacional que es disfrutar de un tiempo libre y ocio con propósito. Momentos por cierto, ¡mágicos, maravillosos!. Pienso. . . si en la vida cotidiana aplicáramos en nuestros quehaceres este término de "ocio y tiempo libre", ¿disfrutaríamos más de nuestro vivir?, ¿dejaríamos de quejarnos de las labores diarias?. 
Imaginen un mundo ideal, ¿por qué no?, solamente estoy escribiendo y al mismo tiempo soñando. . que todo lo que nos toque hacer en nuestra cotidianidad lo viviéramos y así mismo lo compartiéramos con nuestros hijos: El ocio es un tiempo recreativo. El ocio es como una actividad realizada para descansar del trabajo. Debe tener, como toda actividad, un sentido y una identidad, ya que si no tiene sentido es aburrido. La distinción entre las actividades de ocio y las obligatorias no es estricta y depende de cada persona, así estudiar, cocinar o hacer música puede ser ocio para unos y trabajo para otros, pues estas últimas pueden hacerse por placer además de por su utilidad a largo plazo. Al ocio se lo puede emplear en actividades motivadoras y productivas.
Por otro lado, el ocio en Grecia era considerado el tiempo dedicado, principalmente por filósofos, para reflexionar sobre la vida, las ciencias y la política.
Sería padre aprender y enseñar a los hijos, a vivir nuestra jornada saboreándolo todo como una vacación, ¿no creen?.
De corazón deseo que construyas para ti y los tuyos ¡una vida espectacular!
¡Un abrazo hasta el cielo!